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Relación temporal y evolutiva entre Homo antecessor y Homo erectus

Admin
May 21, 2025
Relación temporal y evolutiva entre Homo antecessor y Homo erectus
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La ubicación temporal de Homo antecessor en relación con Homo erectus representa un tema clave para comprender la dispersión y diversificación de los homininos durante el Pleistoceno. A partir de los hallazgos fósiles y estudios comparativos, es posible establecer una cronología relativa y proponer escenarios evolutivos que expliquen la coexistencia y divergencia de estas especies.

Contexto cronológico de ambas especies

Rango temporal de Homo erectus

Los registros fósiles sitúan a Homo erectus como una de las especies de homininos de mayor longevidad, con una presencia que abarca desde hace aproximadamente 1,9 millones de años hasta hace 117.000 años. Esta amplia distribución temporal se acompaña de una dispersión geográfica sin precedentes, desde África oriental hasta Asia oriental y suroriental. Los yacimientos más emblemáticos, como los de Zhoukoudian (China) y Trinil (Java), revelan adaptaciones a diversos ecosistemas, incluyendo el uso sistemático de herramientas achelenses y posiblemente el control del fuego.

Un aspecto controvertido es la datación de los últimos representantes de H. erectus. Mientras que estudios en Java sugieren la persistencia de poblaciones hasta hace 117.000-108.000 años, otros análisis proponen una desaparición más temprana, vinculada a eventos como la erupción del volcán Toba hace 70.000 años. Esta variabilidad refleja la complejidad de establecer límites temporales precisos para una especie con una distribución tan extensa.

Rango temporal de Homo antecessor

En contraste, Homo antecessor aparece en el registro fósil europeo con una antigüedad estimada entre 1,2 millones y 800.000 años. Los restos más significativos proceden de la Gran Dolina en Atapuerca (España), donde un estudio reciente ha precisado la edad de los sedimentos que contienen fósiles de esta especie en 900.000 años. Esta datación posiciona a H. antecessor como uno de los homininos más antiguos de Europa occidental, precediendo a especies como Homo heidelbergensis.

Distribución geográfica y patrones migratorios

Expansión de Homo erectus

La capacidad de H. erectus para colonizar múltiples continentes se atribuye a su morfología robusta, tecnología lítica avanzada y posible dominio del fuego. Los hallazgos en Luzón (Filipinas), datados en 709.000 años, sugieren incluso habilidades náuticas rudimentarias o desplazamientos accidentales a través de balsas naturales. En África, los ejemplares clasificados como Homo ergaster —a menudo considerados una variante regional de H. erectus— muestran rasgos craneales más gráciles, lo que ha llevado a debates sobre si representan una especie distinta o una fase temprana dentro del linaje de H. erectus.

Homo antecessor y el poblamiento de Europa

La presencia de H. antecessor en Atapuerca indica una migración temprana hacia Europa occidental, posiblemente desde África a través del corredor levantino. Su morfología facial, con una combinación de características arcaicas (frente baja, toro supraorbitario marcado) y derivadas (nariz proyectada, fosa canina moderna), sugiere un aislamiento geográfico que favoreció la especiación. Este patrón contrasta con los H. erectus asiáticos, quienes mantuvieron una mayor estabilidad morfológica durante casi un millón de años.

Morfología comparada y rasgos distintivos

Craneofacialidad y adaptaciones masticatorias

El cráneo de H. antecessor, representado por el espécimen ATD6-69, muestra una capacidad craneal de aproximadamente 1000 cm³, intermedia entre H. erectus (850-1100 cm³) y H. heidelbergensis (1200 cm³). La estructura facial plana y la orientación coronal de la superficie infraorbitaria lo acercan a los humanos modernos, mientras que el toro supraorbitario y la ausencia de mentón son rasgos compartidos con H. erectus.

En cuanto a la dentición, los molares de H. antecessor presentan un esmalte grueso similar al de H. erectus, pero con una distribución periférica del esmalte que anticipa el patrón neandertal. Este rasgo, analizado mediante microtomografía computarizada, indica adaptaciones a dietas abrasivas y sugiere una continuidad evolutiva con los homininos europeos posteriores.

Postura y locomoción

Aunque no se dispone de esqueletos postcraneales completos de H. antecessor, los fragmentos de fémur hallados en Atapuerca sugieren una estatura próxima a 1,60-1,70 metros, ligeramente inferior a la de H. erectus (hasta 1,80 metros). La robustez ósea y las inserciones musculares marcadas apuntan a una vida físicamente exigente, compatible con estrategias de caza y carroñeo en ambientes boscosos.

Implicaciones paleoecológicas y conductuales

Adaptaciones climáticas

La llegada de H. antecessor a Europa coincide con el episodio glacial MIS 22 (hace 900.000 años), un periodo de enfriamiento global que pudo actuar como barrera biogeográfica. Su presencia en Atapuerca sugiere una capacidad para sobrevivir en ambientes estacionales, posiblemente mediante el uso de refugios naturales y estrategias de subsistencia flexibles.

Tecnología y uso de recursos

Aunque no se han asociado herramientas líticas directamente con H. antecessor, los yacimientos contemporáneos en Europa muestran industrias de modo 1 (Olduvayense), menos avanzadas que el Achelense típico de H. erectus. Esta discrepancia tecnológica podría indicar una pérdida de conocimientos durante la migración o una adaptación a recursos locales que no requerían herramientas complejas.

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